domingo, 22 de diciembre de 2013

EDUCACIÓN Y DARWINISMO SOCIAL: El Discurso de las autoridades educativas en el Departamento del Atlántico. (1925-1945)




Este trabajo tiene por objeto realizar una descripción de las ideas positivistas presentes en el discurso educativo del departamento del Atlántico, más concretamente en los informes de educación presentados durante los años treinta por encargados de las diferentes instituciones educativas, principalmente de segunda enseñanza.

El discurso positivo estuvo siempre sujeto a las actividades de investigación propias de las ciencias básicas y que durante mucho tiempo influenciaría incluso la forma de hacer ciencia social y educación en Colombia y en nuestro departamento, dado que en los años treinta los ideólogos del liberalismo que recientemente habían retornado al poder después de cincuenta años fuera de el, estuvieron fuertemente influenciados por las ideas positivistas de August Comte y Herbert Spencer, principalmente.

Aunque podemos hallar los orígenes del pensamiento positivo colombiano en el movimiento político y social que se desarrolló a partir de las luchas de los artesanos de mediados del siglo XIX, quienes abrazaron el positivismo, “en su intento por construir un estado laico y crear un ethos de civilidad” (Santos, 2009), en respuesta a los movimientos conservadores y al clero, quienes pretendían mantener en la naciente república características propias del antiguo régimen colonial.

La fundación de los partidos políticos en Colombia estuvo ligada también a las ideas positivistas, que Influenciaron a los intelectuales colombianos del siglo XIX ente ellos sobresalen Salvador Camacho Roldan, Miguel Samper y Rafael Núñez que para el filosofo bogotano Manuel Guillermo Rodríguez representa “los rasgos negativos y positivos de nuestro positivismo, de una manera polarizada” (Rodríguez, 2003) ya que como político fue en una primera fase de su vida pública un liberal autentico, partidario de la separación entre iglesia y estado y en más de una ocasión catalogado de anticlerical por sus posiciones frente a la religión y al clero . Y una segunda fase de su vida pública en la que se convierte en un aliado de la iglesia, hasta el punto de en su gobierno firmar el concordato, un pacto entre el estado colombiano y el Vaticano que le entregó a la iglesia la labor rectora de la educación en Colombia.  

Durante y después de la regeneración el discurso educativo estuvo más o menos en torno al respeto de la constitución 1886, en la que la iglesia ejercía un control total sobre la educación en relación con su contenido y la posición ideológica de los docentes. En materia educativa (y en otros aspectos) la regeneración significó un retroceso pues el articulo 41 de la constitución de 1886 declaró que la instrucción financiada con fondos del estado “seria gratuita pero no obligatoria” (Silva, 1989) volviendo a tras en relación a lo estipulado por la constitución de 1863. Para los regeneradores el estado debía llenar todos los espacios educativos donde las instituciones privadas no podían o no les interesaba llegar.
Durante el periodo liberal del siglo XX se llevó a cabo la reforma de acuerdo con los siguientes criterios: el sistema educativo -decían los ideólogos del liberalismo- debe estar de acuerdo con las trasformaciones sociales y económicas y que la educación debe estar en función del estado y no subordinada a la iglesia, por esta época se rompió con la visión escolástica de la educación que se había mantenido vigente durante las dos primeras décadas del siglo XX, y dio lugar a las nuevas discusiones sobre “la concepción positivista del derecho de Hans Kelsen utilizadas por los ideólogos del liberalismo” (Herrera, 2001).

En el departamento del Atlántico algunos  Directores de Educación Pública y Rectores de colegios de segunda enseñanza dejaban ver claramente su afinidad por las teorías darwinistas y de determinismos étnicos y geográficos, propios del pensamiento positivista decimonónico.

Este fue el caso de los doctores Miguel Arango y J. Ferrer Arango, rector del Colegio de Barranquilla y director de la oficina de educación Pública del departamento del Atlántico respectivamente, este trabajo presentará extractos de estos discursos e intentará realizar un sencillo análisis de los mismos, mostrando en ellos una ambivalencia que llama poderosamente la atención y que consiste en exponer un discurso que algunas veces raya en el  cientificismo, mientras que por otro lado dejan ver gran reverencia por las enseñanzas de la doctrina cristiana.

Un ejemplo de esto es que en 1933 el Dr. Miguel Arango siendo Rector del Colegio de Barranquilla en su informe anual presentado al Director de Educación Pública del departamento del Atlántico, hablaba de la necesidad de:

 Dar a la juventud que se educa una cultura general que, por lo amplia e intensa sirva de base a cualquier profesión que se adopte, así como también levantar y sostener una completa educación moral, que sean una y otra fundamentos de vida social, ha sido el tenaz empeño del Colegio de Barranquilla,.... La unidad en el ideal ha traído consecuencialmente la uniformidad en las actividades y finalmente una mayor eficiencia en los resultados.

Aquí el Director del Colegio de Barranquilla, se está refiriendo a la  educación moral y  para la época hablar de este tema significaba sin duda alguna hablar de moral cristiana o para ser exactos de moral católica. El concepto de moral laica no era muy familiar para nuestros profesores de los años treinta, dado que venían de una larga tradición de alianza de la iglesia con el estado colombiano.  La mayoría de ellos como es el caso de el profesor Arango, aunque se habían dejado influenciar por el discurso científico de las ideas positivistas no habían renunciado a ser católicos, no habían dejado de ser feligreses respetuosos de la fe cristiana.

Al momento de describir el trabajo realizado por el personal docente del colegio de Barranquilla, era realista pues mostraba las debilidades y los avances de una manera más o manos equilibrada. Al respecto el rector del Colegio de Barranquilla en el mismo informe expresaba:

La enseñanza en Colegio de Barranquilla no puede llamarse ciertamente una obra perfecta, como no lo es ninguna obra humana... La ciencia de la educación, como ciencia biológica, esta, en efecto en constante evolución, y mientras en muchos otros países han tenido ya tiempo para recorrer sus diversas y variadas etapas, entre nosotros comienza a ensayar sus primeros pasos. Ahora bien, esos pasos son tanto más inciertos e inseguros cuanto que los factores básicos de dicha ciencia como los que dependen de nuestra raza, del clima, de los hábitos adquiridos desde la infancia, son variables y múltiples. Es natural por lo mismo que siempre haya algo que cambiar en las reglamentaciones a que someten establecimientos de educación como el Colegio de Barranquilla.   


La perfección para los cristianos es una cualidad exclusiva de Dios,[1] los hombres a lo sumo podrán aspirar a ello, esto demuestra que el profesor Miguel Arango, estaba llevando a cabo un discurso cristiano pero a la vez científico como lo mostraremos un poco más adelante.

Al realizar esta segunda afirmación se nota en el una fuerte influencia darwinista en el discurso del Dr. Arango. Esta influencia pudo darse de manera directa y esto implicaría un acercamiento de nuestro protagonista con el origen de las especies de Charles Darwin, pero esta afirmación me es imposible sostenerla solo a través de los informes a los que se tuvo acceso, sin embargo esta influencia se pudo dar también a través de lecturas que citaran la obra de Darwin o a través de conferencias etc. Es lo que usualmente se denomina  influencia indirecta o por referencia. 

También el Dr. Arango está pensando en el determinismo geográfico y racial, era usual pensar que el antecedente africano e indígena  presente en las masas populares de  el departamento del Atlántico y quienes eran los principales beneficiarios  de la educación publica, tenían cierta limitación para el aprendizaje de las ciencias y si a esto le sumamos el intenso calor de la cuenca del caribe, le hacia suponer a muchos de estos pensadores que para el caso de los jóvenes de esta región era más útil infundir en ellos el amor por el trabajo enseñándoles artes y oficios que les permitieran ganarse la vida de manera digna.

Por lo tanto los modelos y métodos de enseñanza impuestos en Europa o los Estados Unidos no podían ni debían implantarse tal cual en nuestro país ni mucho menos en este departamento, pero llama la atención que los motivos por los cuales esos modelos extranjeros eran inviables no eran según el Dr. Arango presupuéstales sino los arriba expresados.

La práctica del pensamiento del Dr. Arango se expresaba claramente en el siguiente párrafo, también realiza la propuesta que pretende llevar a cabo durante su estancia en la dirección de la institución.

Consecuente con estas ideas, yo me he cuidado de preparar el terreno, en el sentido de que se de al colegio un carácter positivo y técnico conforme en un todo con las tendencias contemporáneas, ya que, como he dicho, el principio de la evolución es aplicable a los cetros educativos, y que estas, como cualquier institución social, evolucionan, necesitan evolucionar de acuerdo con el medio, sopena de quedar desadaptadas y caer en el descrédito
.

Queda claro la intención primera del rector Arango, está es construir un colegio donde las ciencias se conviertan en materia fundamental, pues aunque ya en este momento la biología, la física y la química se estudiaba obligatoriamente, en la conciencia de la sociedad en general primaba la historia sagrada, el latín, y otras disciplinas y responsabilidades más cristianas que científicas. Darle un carácter positivo al Colegio de Barranquilla significaba cambiar en algo este parecer. Aquí se expresa una relación existente para entonces entre lo técnico y el discurso positivista y las teorías evolucionistas, darle a la educación un carácter técnico y positivo significaba para el profesor Miguel Arango evolucionar, de lo contrario era convertirse en una especie de eslabón pasado en el proceso de evolución social de la educación.

Los cambios que el colegio debía afrontar  estaban sustentados en principios -según el- inmodificables:

Es en efecto, un principio biológico elemental que todo organismo sea individual o colectivo, no se sostenga si no se adapta a las nuevas condiciones del ambiente en que se mueve y de ahí que se halla dicho que vivir es renovarse continuamente

En el anterior párrafo el profesor Arango continua aplicando al Colegio de Barranquilla principios biológicos para demostrar que avanzar hacia un escalón superior de la educación era evolucionar, para tal efecto el colegio debía adaptarse a las nuevas condiciones del ambiente, que para el caso de Barranquilla significaba la tardía  industrialización de la ciudad, para lo cual el Colegio debía estar preparado de la mejor manera, es decir formar los técnicos que la incipiente industria barranquillera estaba requiriendo.

En ese orden de ideas una institución educativa en esta ciudad que no preparara a sus estudiantes para los nuevos retos que la sociedad le requería significaba y organismo colectivo insostenible.

Pero darle al colegio de Barranquilla un carácter positivo requería otros cambios...

Aspira el suscrito a que se de a la cultura física una base científica, adoptando la practica establecida en otras instituciones de tomar en consideración los datos antropométricos anotados en un pliego para cada alumno. De esa manera no solo se tiene una información completa del desarrollo individual, sino también se acumulan datos que pueden servir más tarde para el estudio de nuestra raza


Con el caso de la educación física darle una base científica significaba matematizar esta disciplina acercándola como el mismo lo expresa a los datos antropométricos y, de esa manera darle un carácter verdaderamente científico acompañado de un seguimiento del desarrollo corporal de los alumnos.  

En el año 1935 el entonces director de educación pública J Arango Ferrer en su informe de final de año le expresaba al gobernador lo siguiente:

El costeño, como elemento humano, tiene valiosas reservas anímicas, pero desgraciadamente los pueblos de la costa atlántica, son pueblos en lenta formación. Las estadísticas dan perfiles de mal presagio en diversos aspectos biológicos fundamentales en el mapa geográfico-humano, que una nueva estructuración colombianista barruta ya entre otras inquietudes, se ve seriamente amenazado. La ignorancia, la mugre y la miseria, tiene tanto valor como en el mundo el demonio y la carne, los tres grandes enemigos del hombre en el camino de la perfección metafísica, que contemplaron los míticos.

Arango Ferrer se encuentra aquí deacuerdo con lo que expresaría apenas unos años atrás el rector del Colegio de Barranquilla, no solo encuentra en los pueblos de la costa una dificultad por la lenta formación, sino que la atribuye a lo que el denomina aspectos biológicos fundamentales, que se encuentran presentes en la geografía humana del hombre costeño, una ves más encuentran en el aspecto de conformación puramente étnica las dificultades que los educandos manifestaban a la hora del aprendizaje de las ciencias, que era para ellos un aspecto determinante en la formación de personas de bien.

Atrás quedaban una ves más las situaciones de pobreza, mala alimentación, enfermedades y la necesidad de que los jóvenes aportaran con su trabajo a la economía familiar, las razones de dificultad al momento de adquirir todos los conocimientos que desde el colegio estaban siendo impartidos por los maestros. Por otro lado compara a lo que el considera los tres grandes enemigos del hombre (mugre, ignorancia y miseria) con el demonio y la carne, en el sentido de que ambos alejan al hombre de la perfección metafísica. Al igual que el Dr. Miguel Arango el director Arango Ferrer presenta un discurso ambivalente, donde el discurso cientificista se entrelaza con las reflexiones cristianas, acerca de lo que aleja al hombre de la perfección.

Aunque no tenemos mayor información sobre la biografía académica de nuestros protagonistas, tenemos conocimiento de que muchos directivos docentes y funcionarios de las secretarias de educación eran egresados de la facultad de educación de la Universidad Nacional, que luego se convertiría en la normal superior adscrita al Ministerio de Educación Nacional y que algunos de ellos “habían seguido estudios en Suiza y perfeccionado su formación en el movimiento de la Escuela Nueva que tenia su epicentro en Ginebra”.(Jaramillo, 1989)
La vieja escuela metafísica construida hoy y deformarse sobre textos anacrónicos inútiles e inertes, ha sido reemplazada por la biológica escuela nueva, acondicionada natural y espiritualmente para el trabajo. La escuela antigua es estática porque anquilosa y empequeñece; la escuela nueva es estética porque embellece y estimula.

Es apenas obvio que el Dr. Arango Ferrer se está refiriendo a las reformas educativas que se iniciaron con el periodo liberal de 1930. al periodo anterior –los años de la hegemonía conservadora- lo cataloga de deforme, inútil, inerte y anacrónico; mientras a la escuela nueva de ese momento le añade la expresión “biológica” denominándola “biológica escuela nueva”; un rotulo que le daba por si solo el carácter de científica pues recordemos que para los positivistas de entonces todo lo científico tenia que ser más o menos biológico o al menos matemático.

Una necesidad a la que no se le había dado solución en el departamento era expresada por el director de educación Pública en los siguientes términos:

La escuela de Artes y Oficios es para nosotros primordial necesidad ya que Barranquilla por un determinismo biológico y topográfico tiene que ser una ciudad industrial.

Finaliza este informe del año 1935 con esta afirmación, que entre otras cosas no era nada nueva, solo que nos llama poderosamente la atención el hecho de que utilice con tanta propiedad el termino determinismo biológico y topográfico, poniendo esto como único factor determinante de la vocación industrial que se suponía tenia la ciudad.

Era necesaria en la ciudad urgentemente la construcción de escuela de formación superior, y esta venia siendo solicitada de diferentes formas por los directivos docentes y encargados de las oficinas de dirección de educación pública, de las maneras mas diversas estos personajes que aquí destacamos, hacían la solicitud de una manera peculiar, para ellos, fundar una institución de educación superior al colegio de Barranquilla significaba la evolución natural de una institución social. Como quien dice nadie podía negarle a la sociedad barranquillera el derecho a que evolucionara su educación.

Estas formas de pensamiento que en los países de Europa se habían impuesto desde el siglo XIX, en Colombia con el asenso de Núñez y los “regeneradores” se vieron mezcladas con las ideas del cristianismo que se impuso como entidad rectora de la educación en Colombia luego de la firma del concordato y la declaración del la religión católica como religión oficial de la república en 1886.

Si bien es cierto en los pensum de los colegios de segunda enseñanza en el departamento del Atlántico se le dio importancia a las asignaturas como física, química matemáticas o biología; aún la historia sagrada, la región, el latín, seguían siendo asignaturas obligatorias en el colegio de Barranquilla, mientras que el colegio del Atlántico -institución femenina- las clases de costura, bordado y culinaria seguían igual que en el siglo XIX siendo la columna vertebral de la educación para señoritas, estas comparaciones podrían ser desarrolladas en un próximo trabajo.

Volviendo con nuestros dos funcionarios públicos, aunque muy cercanos a las corrientes de pensamiento que ellos llamaban repetidamente contemporáneas (positivistas), se encontraban aun en medio de otro discurso no tan científico como lo eran las reflexiones cristianas que se dejaban ver en sus informes, “son escasas las rupturas radicales con el pensamiento religioso, no hay una perdida de la fe por parte de los intelectuales,” (Rodríguez, 2003 p. 129) lo que convierte a su discurso en ambivalente o mejor deja  claramente a la vista las ambivalencias del positivismo colombiano incluso hasta bien entrada la década de los años treinta por lo menos en el discurso educativo del departamento del Atlántico.

Referencias
Oposición del Clero al Proyecto Educativo Radical en el Estado Soberano del Magdalena. En Alarcón L,  Ensayos de Historia Educación y Cultura. (pp. 17-39),  Bogotá. A, Santos. Fondo de publicaciones de l universidad del atlántico.

 Rodríguez, M. (2003). La Filosofía en Colombia. Modernidad y Conflicto. Rosario: Laborde editores.

 La Educación en Colombia 1880-1930. En Mejía A.  Nueva Historia de Colombia. (pp.  ) Silva R. Tomo IV Bogotá. Ed. Planeta 1989.

La Filosofía en la Colombia Contemporánea 1930-1988. En  Manríquez G comp. Origen y Desarrollo de la Actual Filosofía (pp.  )  Herrera D. Bogotá, Ed El Búho, 2001.

Casas, A. (2007) Documentos para la Historia de la Educación en el Departamento del Atlántico Durante la hegemonía liberal. Monografía para optar al titulo de Historiador, Facultad de Ciencias  Humanas, Universidad del Atlántico, Barranquilla. Colombia.

La Educación Durante los Gobiernos Liberales 1930-1946. En  Tirado A comp. Nueva Historia de Colombia (pp.  ). Jaime J. tomo IV, Bogotá. Ed. planeta, 1989.




[1] Al respecto ver: I corintios Cáp.2 ver.6

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