viernes, 22 de enero de 2021

LA TRADICIÓN ORAL COMO FUENTE PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA LOCAL Y REGIONAL.



Como encargado del área de ciencias sociales de la Institución Educativa Técnica Departamental de Cabrera iniciamos en el año 2006 un proyecto de reconstrucción del pasado de cuatro pueblos a la orilla de la ciénaga de Palmar en el sur del departamento del Magdalena (Pijiño, Cabrera, Pita y Angostura). Este trabajo estuvo asistido por el semillero de investigación homo scholaris y financiado por el programa ciclón de la gobernación del Magdalena.

Tuvimos como centro de operaciones la población de Cabrera, en un corregimiento del municipio de Pijiño del Carmen en el departamento del Magdalena y ubicado a orillas de la ciénaga del Palmar en una subregión del litoral caribe conocida como la depresión momposina. Cuando iniciamos nuestra investigación sobre la historia de estos pueblos nos encontramos con la poco grata sorpresa de que no había historia escrita sobre ellos.

Hemos realizado algunas consultas sobre el pasado de los pueblos de la región y eso nos sirvió como punto de partida para el inicio de nuestro trabajo de investigación, remitiéndonos -al menos en principio- a las mismas fuentes escritas que fueron consultadas por los investigadores históricos de los municipios vecinos y de la región sur del departamento del Magdalena.

Dichas fuentes nos indicaron algunos aspecto generales para el origen de todos los pueblos de la región, pero en el caso concreto de los pueblos que comparten la ciénaga del Palmar nos encontramos con una situación que podemos catalogar como problemática: los primeros pobladores de la ciénaga del palmar no sabían leer ni escribir,  y siendo así ¿cómo podían estos primeros pobladores dejar documentos que hoy sirvan como fuente? los primeros pobladores de la rivera de la ciénaga, eran analfabetas, por lo tanto, no dejaron documentos  escritos, ¿Cómo realizar una investigación de tipo histórico-cultural con estudiantes de media vocacional si las comunidades que pretendemos historiar no sabían leer  ni escribir? Solo nos queda una opción: usar la oralidad de nuestros pueblos (dichos, refranes, cuentos, cantos, bailes, poemas, adivinanzas, mitos, leyendas, anécdotas, etc.) como fuentes para la historia.

Para comenzar todo esto, iniciamos haciendo entrevistas a algunos adultos mayores que gracias a su lucidez pensamos nos podrían ayudar con nuestro trabajo investigativo. En principio fueron de mucha ayuda pues sus relatos afirmaron muchas de las hipótesis que desde el principio nos habíamos trazado. Pero con el transcurrir del trabajo nos  dimos cuenta que por lo general los adultos mayores  sobredimensionan su participación y la  de sus antepasados en los hechos fundacionales de los pueblos de la ciénaga.

Por esa razón, aunque no hemos descartado por completo dichas fuentes, entendemos la oralidad como fuente para la historia de una manera distinta. Estas las podemos conocer aun en los recuerdos de las personas, en el uso diario en las tradiciones artísticas, en los cuentos de velorio e incluso en las artesanías; algunos textos escritos recogen algunos de estas enseñanzas que hemos querido llamar “filosofía popular”.

Este trabajo tiene como propósito mostrar nuestras experiencias en la utilización de las fuentes orales y la filosofía popular en la reconstrucción de la historia de estas cuatro poblaciones. Para tal efecto hemos tomado los textos del escritor local Esginio Arrieta López “Pijiño sus Mitos y sus Leyendas e Historias de Pijiño, el “baile de negritos” y algunos poemas del “poeta negro”, Candelario Obeso que nos servirán como fuente para la reconstrucción de la historia de estas sociedades ágrafas.

A continuación, presentaremos algunos aspectos de la oralidad que hemos utilizado para la reconstrucción de la historia de los pobladores de la ciénaga del Palmar:

 

Baile de Negritos:

Esta danza consiste en que en grupo de hombres que danzan alrededor de un disfraz de tigre, al cual intentan matar, armados con machetes y palos adornados con sombreros grandes de muchos colores, al finalizar la danza los hombres logran cazar al tigre, le cortan los genitales y se los entregan a la persona más importante que se encuentre en el recinto.

Esta danza la entendemos como tradición oral primero por ser una danza centenaria y segundo porque nos permite entender la lucha que emprendió el colono contra los depredadores, los colonizadores realizaban las tareas de desmonte de la selva con el propósito de ampliar la frontera agrícola y ganadera, pero los felinos eran los principales enemigos del ganado, por tal motivo estos contrataban cuadrillas de cazadores para que intentar exterminar a los grandes felinos y otros depredadores de la zona, para comprobar que el animal había sido cazado se presentaban al dueño del ganado los genitales del animal.

Canto del Montaraz:

 “…esta vida solitaria que aquí llevo, con mi hembra y mis hijos… no me falta ni tabaco ni alimento de mis palmas es el vino… y el guarapo de mis cañas… aquí nadie me aturuga la tropa vive lejos con que así yo no cambio lo que tengo por las cosas que otros tienen en los pueblos”.

Este fragmento del “canto del montaraz” del poeta momposino Candelario Obeso nos ayuda a entender el sentimiento del hombre de los siglos XVII al XIX en cuanto a que ellos preferían vivir en los montes a la orilla de los caños y los pantanos que, en los pueblos, les tenían menos miedo a los animales feroces que a las autoridades de la época, quienes los acosaban (aturugaban) con el cobro de impuestos para el Estado y la iglesia.

Así fueron los primeros pobladores de la ciénaga hombres y mujeres amantes de la libertad que prefirieron vivir alejados de la civilización con tal de ser verdaderamente libres, así inició el poblamiento de la rivera de la ciénaga del Palmar.

Pijiño sus Mitos y sus Leyendas: “La ciénaga del palmar estaba llena de cocodrilos, caimanes, babillas, chavarríes, garzas morenas, garzas blancas, ponche y nutrias… habían noches que… mataban cincuenta o sesenta caimanes… al tiempo de estar realizando esta casería de animales en la ciénaga los animales huyen a los caños: Camargo, Guacimal y otros a la quebrada de Culebra”

Este fragmento del escritor local Esginio Arrieta López da cuenta de lo que era la ciénaga en otras épocas un santuario para diversos tipos de especies pero que con el tiempo el hombre en su afán depredador ha ido restando espacio y numero a esas especies. Hoy día las personas de esta generación nunca han visto un caimán, cocodrilo o garza morena, debido a que algunos hombres un día decidieron condenarlos a la pena de muerte y del exilio.

Historias de Pijiño: “Había gente que venía de otros pueblos a confirmar sobre los comentarios que hacían… en donde las brujas asustaban y las veían caminar por las calles… y sí era verdad que las veían caminar… pero no eran las verdaderas brujas… las que cantaban en las copas de los árboles o las que cogían a los hombres y los convertían en burros…”

Tradicionalmente en estos pueblos no llegaba combustible suficiente para mantener iluminadas las calles, por tal razón la oscuridad de la noche se prestaba para llevar a cabo encuentros o realizar actividades que usualmente no podían llevarse a cabo ante los ojos de todos y a plena luz del día, por tal motivo estos “cuentos de  velorio” sirven como factor aleccionador para que los jóvenes se “recojan temprano” y los esposos infieles o borrachos piensen varias veces antes de llegar tarde a casa.  

Estos son apenas cuatro ejemplos de la extensa tradición oral que nos da cuenta de cómo fue el pasado de estos pueblos, es cierto que no contamos con suficientes fuentes escritas, pero la amplia oralidad nos explica no solamente como fueron los orígenes sino el desarrollo de los pueblos de la ciénaga.

Este trabajo sirvió para dar a conocer un poco más a estudiantes de educación media sobre su propia historia y sus tradiciones culturales, les ha servido para conocerse a sí mismos, para entender su propio pasado y algún día llegar a conocer su presente.

domingo, 10 de enero de 2021

CUATRO PUNTOS DE VISTA SOBRE LA HISTORIA.

 


Hablar sobre Historia no resulta fácil, pero a veces es necesario para muchas personas, sobre todo si estas se encuentran relacionadas con el oficio de la enseñanza, la investigación o la literatura. En otros idiomas la Historia como disciplina científica se distingue de otro tipo de historias, que en castellano debemos denominar con frecuencia un tanto eufemísticamente cuentos, anécdotas, leyendas y demás para así distinguirla de nuestro objeto de estudio.

No es el objetivo de este articulo realizar un análisis o dejar clara tal distinción, más bien será poner de presente la manera cuatro académicos de distintas partes del mundo abordan el problema de la historia, sin preocuparse por esas diferencias, pues, ese trabajo le tocará al lector.

A continuación, presentaremos una bree reflexión de cuatro conferencias realizadas por cuatro personas distintas, pero que tienen como hilo conductor el exponer desde sus muy distintos puntos de vista, sus conceptos y utilización de la historia como pasado, pero también como presente. A partir de estas reflexiones podemos entender lo importante que puede llegar a ser la Historia como disciplina en distintas áreas del conocimiento.

La escritora Chimamanda Nqozi Adichie cuenta a través de algunas anécdotas de su vida los peligros de conocer una historia única, empieza por relatarnos como sus influencias literarias (británicas y estadounidenses) la hicieron escribir desde muy niña historias sacadas de su contexto tropical africano , aquí nos presenta el primer problema este es cuan influenciable se puede llegar a ser sobre todo en los primeros años de vida, en donde llegó a pensar que solo personas blancas y con ojos azueles podían aparecer en la literatura.

Otra anécdota sobre su vida que nos alerta sobre los peligros de una sola historia fue la llegada a su casa de un nuevo empleado doméstico, a quien siempre lo describieron como “muy pobre” y necesitado cuando tuvo la oportunidad de conocer su casa y su familia se sorprendió al darse cuenta que podían hacer tejidos a los que calificaba de “bonitos”

Cuando sale de su país a estudiar a los Estados Unidos ella se convierte en una víctima del equivoco de alguien que solo conoce una sola historia, su compañera de cuarto esperaba conocer a través de ella elementos autóctonos de la cultura de su país y dice que su compañera se sintió decepcionada cuando se dio cuenta que su nueva amiga africana era más parecida a ella de lo que imaginaba.

Lo mismo le sucedió a nuestra protagonista cuando observo el problema de inmigración (¿ilegal?) solo desde la óptica sesgada de los medios de comunicación estadounidenses al calificar a todos los inmigrantes como “mexicanos” y “abyectos”, tuvo que visitar la ciudad de Guadalajara para caer en cuenta de su equivocación.

Aquí se nos presentó los peligros de conocer una sola historia, y aunque comparto con ella que ese sesgo puede generar estereotipos basados en la superioridad, me preocupa el hecho de que amparados en esta premisa abandonemos la idea de utilizar la historia para denunciar y se convierta en una forma de apología que nos aleje de hacer de la historia una herramienta para construir un mejor futuro.

La conferencia del profesor James Robinson inicia planteando que los incrementos de los niveles de vida dan lugar a una mayor productividad, en esto tuvo que ver mucho la revolución industrial su teoría se desarrolla luego de preguntarse por qué unas sociedades son más innovadoras que otras, la respuesta l encuentra en la solidez de sus instituciones, para esto realiza una comparación entre dos de los hombres más ricos del mundo, uno estadounidense y otro mexicano Bill Gates y Carlos Slim, el primero de ellos se hizo rico por medio de la innovación el segundo logro su riqueza con base en los monopolios.

Esta práctica es tolerada en países como México donde las instituciones son débiles, poco eficaces o también denominadas por las economías extractivas, las economías inclusivas permiten la innovación ponen freno a los monopolios y ayudan equilibrar la riqueza. Me llama la atención el caso de China que cuenta según el profesor Robinson con una economía inclusiva y una política extractiva esta situación podrá mostrar avances en algunos aspectos, pero a juico del autor esto será insostenible en el tiempo.

Es cuestionable las categorías de análisis utilizadas por el profesor Robinson, pero no deja de ser interesante su explicación en cuanto al desarrollo de los países. El caso de China es también muy cuestionable, pero me llama la atención que se atreve a hacer una predicción (siendo que a los historiadores no se nos permite la tarea de “profetas”) cuando afirma que el caso chino será insostenible es como si estuviera anunciando la caída de China como potencia económica y principal competencia de los estados unidos.

El profesor Yuval Noah Harari inicia su disertación señalando como hace setenta mil años el impacto de nuestros antepasados era totalmente insignificante y se pregunta ¿cómo es posible que en este momento seamos los administradores de la tierra? Una primera respuesta trataría de explicar nuestra diferencia individual con las otras especies de animales, pero para nuestro conferencista no es así, para el profesor Harari nuestras diferencias con los demás animales se hallan en el plano colectivo. Pues somos los humanos los únicos animales capaces de cooperar en masa, los sistemas políticos, religioso, económicos, sociales y culturales son todas formas de cooperación en masa, denominadas también como “historias inventadas” pues no son realidades objetivas.

Concluye diciendo que los seres humanos controlamos el mundo porque “vivimos una realidad dual” los demás animales viven en una realidad objetiva, nosotros también vivimos esa realidad, pero con el paso del tiempo hemos construido una realidad imaginaria (dinero, países, dioses, etc.) pero el avance de la historia ha significado adquisición de poder por parte de esta segunda realidad.

La larguísima duración no es a mi juicio posible de historiar, sin embargo, llama poderosamente la atentación como el profesor Harari denomina “realidades inventadas” todas las cosas que hacen a los seres humanos diferentes de los demás animales, los aspectos que nos enorgullecen a todos son para nuestro historiador una realidad creada para imponerse unos seres humanos sobre otros.

El desarrollo de la conferencia del profesor Enrique Dussel inicia con una premisa él esquema de la historia de las culturas es totalmente eurocéntrico, y los es a raíz del esquema de posición de las masas continentales. Continúa remplazando el concepto “Historia universal” por el de “Historia Mundial”. A partir de aquí inicia una disertación que podríamos resumir en la intención de proponer una nueva mirada la historia mundial, pero desde las periferias y no desde el centro europeo. Para ello demuestra que Europa es un continente céntrico solo a partir de los años setenta del siglo XIX época en que Europa consolida la revolución industrial y se lanza a la conquista de nuevos mercados por tres continentes.

Su tesis la presenta -con mapa en mano- mostrando como el continente europeo fue siempre periférico desde los puntos de vista cultural y comercial, critica la división de la historia en antigüedad, medioevo y modernidad; de igual manera afirma que algunos modos de producción que explicaron en el pasado la historia del mundo no existieron sino en ese continente. Por haber todos prendido la historia mundial con este esquema, el profesor Dussel proponen rehacer el esquema de la historia de las culturas, pero alejados del eurocentrismo que a juicio suyo nos ha dejado una percepción equivocada del pasado de todos.

Es interesante la posición que el filósofo argentino nos propone. Pues considero que desde nuestra óptica podemos comenzar a rehacer la historia mundial, está claro que la mayoría de los conceptos de la historia universal que hemos aprendido y hoy enseñamos son totalmente eurocéntricos y algunos de ellos nos han conducido a dar por ciertas algunas afirmaciones de la cuales no tenemos plena certeza. La posición del continente americano al occidente de Europa ayuda a reforzar la idea de un continente céntrico que a la luz de la realdad geográfica no lo es. Pero tal vez nos ayudaba a creernos occidentales.

Como pudimos observar la Historia (sin importar que esta sea disciplina científica) resulta de cardinal importancia para muchos académicos e intelectuales dedicados a la enseñanza, dado que a partir de ella presentan su punto de partida para el planteamiento y defensa de sus hipótesis.

No están de acuerdo entre sí, es mas si los sentáramos a debatir en un mismo panel quizá no llegarían a un consenso, sin embargo, en algo si están de acuerdo y es en la importancia que para ellos tiene el entender la historia, mucho mas que como un conjunto de relatos.

 

martes, 5 de enero de 2021

LOS CONCEPTOS “CULTURA POLÍTICA” Y “MOVIMIENTOS SOCIALES” EN LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA DEL PERIODO MONÁRQUICO.

 


Es importante contar con una base conceptual al momento de escribir, más aun cuando lo que se quiere es escribir historia. Dos conceptos importantes son “cultura política” y “movimientos sociales” dado que estos nos ayudan a entender mejor nuestro pasado y presente, dotando a los investigadores del pasado de herramientas conceptuales, para que estas sean desarrolladas en las tareas investigativas, ampliando el campo de estudios, pero sobretodo actualizándolo con los resultados totales y/o parciales de las investigaciones que se han llevado a cabo en las últimas décadas.

Estos conceptos cobran importancia en la historiografía contemporánea con la ampliación de la base de derechos y de la democracia, propias del presente siglo, por tal motivo se hace importante tener clara su definición dado que la aplicación de esos conceptos ayudará a entender –o hacer entender- algunos de los procesos  y acontecimientos estudiados por la historia como disciplina  científica.

Nos puede ayudar a entender también las razones del desarrollo y desenlace  de algunos de los procesos del pasado que han sido de nuestro interés investigativo, pues, ya ha sido utilizado para lo propio por investigadores del pasado que nos han precedido en este interés.

Existe cierto grado de consenso en torno a lo que  sería un acercamiento a la definición de “cultura política” por parte de algunos autores consultados, en términos generales podemos definir “cultura política” como el conjunto de valores, creencias, pautas, comportamientos y aspiraciones que son trascendentes al momento de llevar a cabo cualquier tarea de tipo político.

Estos aspectos definen las relaciones entre individuos, entre grupos pero también entre grupos e individuos; estos elementos son determinados por factores como la época o los niveles de desarrollo económico y social del lugar donde se lleva a cabo la tarea política. Por tal motivo de ninguna manera podemos suponer una “cultura política” edificada, terminada o inmóvil; esta es cambiante, varía de acuerdo a las motivaciones o a las necesidades de cada momento.

Este concepto será un elemento importante a tener en cuenta cuando se quiera hacer análisis de las elecciones, o de la escogencia de autoridades. En la relectura que recientemente se hacen de los movimientos sociales tenemos el ejemplo del  movimiento comunero, que muestra como  en las cedulas del pueblo se proponía deponer las autoridades compuestas por funcionarios ibéricos para ser reemplazados  por funcionarios criollos.

Aunque la propuesta tenga características de una moderna revolución como recientemente se ha planteado, nos llama poderosamente la atención el hecho de que entre sus aspiraciones no se encuentre la de asumir ellos mismos estos cargos. No contaban ellos entre sus aspiraciones con la posibilidad de ocupar lugares de importancia en el orden del antiguo régimen colonial.

Sin embargo entre esas aspiraciones se encontraba la motivación por organizarse para enfrentarse a lo que consideraban “decisiones arbitrarias” por parte de las autoridades locales, esta lucha iba encaminada para el caso del virreinato de la Nueva España a defender el bosque y la existencia de autoridades indígenas tradicionales y que se encontraban por fuera del control de las autoridades reales

Por lo general los movimientos sociales durante el periodo colonial buscaban echar atrás medidas que tomaban las autoridades locales y que afectaban a los sectores agrarios, esas medidas podían ser entendidas por parte de los vecinos como excesos de las autoridades o como actos considerados por ellos como “ilícitos”. En todo caso estas fueron medidas que afectaban directamente la economía de los sectores productivos en las colonias españolas de América y son típicos del silo XVIII y de las reformas borbónicas.

Pero la justicia en el mundo hispánico durante el antiguo régimen era distributiva es decir que a cada quien le corresponde según el lugar que ocupa en la sociedad.  Y además tomaba como fuente la ley castellana, el derecho indiano y el derecho canónico; aparte de que en algunos lugares se tuvieron en cuenta elementos indígenas. El funcionario que oficiaba como juez acudía a cualquiera de estos derechos para tomar su decisión.

Presentaremos a continuación una comparación de dos casos estudiados por los profesores Michael Ducey y Jorge Conde, en el que se podrán establecer diferencias y similitudes entre ambos casos, no obstante la distancia entre las dos situaciones estudiadas Nueva España y la Nueva Granada.

Las tareas de reforma llevadas a cabo en la Nueva España iban dirigidas a extender el dominio de las autoridades hispánicas hasta los lugares donde este no había llegado, para ello era necesario –según las autoridades- talar el bosque y de esa manera tener un mayor acercamiento a lugares más apartados donde la población indígena mantenía autoridades propias para ellos desconocidas y cultivo sobretodo de tabaco  que no representaban para ellos ingresos tributarios, por lo que eran considerados contrabando. Los disturbios se llevaron a cabo en este contexto de aplicación de las medidas reformadoras por parte de las autoridades locales y como respuesta al trato recibido por parte de las autoridades monárquicas.

Las revueltas llevadas a cabo en la Nueva  Granada tenían también motivos anti fiscales, y propició no solamente creación de juntas de gobierno sino propuestas  de tipo radical que llevaron hasta la redacción de un documento que se conoció como la cedula del pueblo donde se proponía que las autoridades españolas sean depuestas y en su reemplazo se erigieran autoridades criollas.

Es de resaltar la importancia de la aplicación de los conceptos “cultura política” y “movimientos sociales” en la investigación del pasado o el análisis del presente, dada la complejidad de la construcción de la sociedad. Los dos ejemplos que hemos utilizado muestran la ventaja de la aplicación de estos conceptos en la investigación sobre el pasado.

EL PAPEL DE LA HACIENDA EN LA SOCIEDAD COLONIAL



La hacienda fue durante el periodo monárquico en América hispánica mucho más que un centro de producción y explotación de la tierra y la mano obra, constituyó también un importante centro para el desarrollo social y cultural de amplios sectores de la población hispánica en el nuevo mundo.

Expertos en este periodo has escrito importantes trabajos que dan cuenta de ello, entre estos tenemos “la formación de la hacienda en la época colonial. El uso del agua y la tierra” de Gisela Von Wobeser y “Hacienda colonial y formación social” de Hermes Tovar Pinzón. El objetivo de este artículo es realizar una comparación entre estos dos trabajos.

La profesora Von Webeser empieza por diferenciar cinco tipos distintos de hacienda, la primera de ellas eran las haciendas azucareras, estas requerían mayor capital y mano de obra debido a varias situaciones, por ejemplo los hacendados debieron construir acequias para llevar el agua a sus haciendas, por otro lado el proceso del azúcar era complejo y no podía hacerse en pequeña escala, debían contar con molinos calderas, viviendas para los amos, trabajadores y esclavos; talleres de herrería, carpintería, alfarería y hasta iglesia dado lo alejadas que se encontraban estas personas de los centros poblados. Por estas razones estas haciendas debían ser -según la autora- propiedad de personas o grupos con mucho capital

En las haciendas cerealeras se producía principalmente trigo, maíz y cebada en menos proporción, en estos lugares también era necesaria la construcción de obras hidráulicas así como también viviendas para administradores, trabajadores libres y esclavos; al igual que en las haciendas azucareras el derecho al agua era fundamental y costoso, aunque en este caso y a diferencia de las azucareras aquí si se podía producir a pequeña escala.

Las haciendas ganaderas necesitaban mucha menor inversión, que las dos anteriores, debido a que las reses y otros animales, se criaban en los montes en condición semisilvestre, solo eran concentrados en algunos momentos del año, para marcarlos o para el sacrificio, para lo cual se requerían muy pocos vaqueros para el cuidado de muchos animales.

Haciendas pulqueras; la elaboración de esta bebida fue exclusivamente indígena hasta la segunda mitad del siglo XVIII, cuando los españoles entraron a participar de este negocio. Se requería de poco capital y poca mano de obra, pues los magueyes se dan de forma silvestre en el actual norte de México y sur de los Estados Unidos, y por ser una planta de zonas áridas requería poca agua y cuidados.

Las haciendas dedicadas a los productos tropicales tuvieron menor importancia, tal vez porque estos productos se destinaban al mercado de exportación, el más importante de ellos era el cacao, aunque la población indígena seguía cultivando el producto, muchos españoles entraron en el negocio. El añil fue un producto al que muchos hacendados se dedicaron, le destinaron trabajo y su explotación fue algo costosa.

Aclara la profesora Von Webeser que muchas haciendas tenían un carácter mixto sobre todo las medianas y pequeñas. El valor de la tierra variaba de acuerdo con su cercanía con el agua, con los mercados y dependía también de la utilización que a la tierra quería dársele. El ganado se alimentaba de pastos silvestres, por esta razón había la necesidad de trasladarlo, esta tarea se conoce como trashumancia. Con el tiempo el agua paso a ser dominio del rey, por lo que se hizo necesario obtener el derecho sobre el uso de las aguas.

Luego la autora hace una descripción de las haciendas poniendo énfasis en las construcciones, casa-habitación, potreros, cercas, capilla, acequias, acueductos, tiendas, luego realiza una descripción de los implementos utilizados  en el trabajo cotidiano de las haciendas siendo el arado el más importante, también se usaba para la labranza azadones, palas, barretas, hachas etc. La mayoría de estos implementos se fabricaban en las mismas haciendas.

Por su parte el profesor Hermes Tovar Pinzón muestra como las haciendas en Colombia estuvieron principalmente dedicadas a la ganadería, y a la siembra de caña de azúcar y cacao, y como la producción agrícola y ganadera estuvo cargo de mestizos, mulatos y negros.

Si bien es cierto la minería jalonó las economías agrícolas de hacienda, no fue esta la constante en todo el país donde eran otras actividades las que impulsaban las actividades de hacienda. Los más importantes productos del siglo XVIII fueron la carne y sus derivados y a caña de azúcar.

A diferencia que en Nueva España, los grandes empresarios nunca se vincularon a la producción de cultivos propios de los pueblos indígenas y otros productos como el trigo fueron casi de absoluto control extranjero, mientras que el cacao fue cultivado en zonas cálidas.

El profesor Tovar Pinzón muestra como la segunda mitad del siglo XVIII significó un período de auge para las haciendas de la costa caribe, debido a la gran población militar que residía en Cartagena a causa de las empresas bélicas en las que España se había embarcado.

Mientras en el anterior trabajo se afirma que en las haciendas ganaderas no se necesitaba mayor inversión, en el caso de la Nueva Granada, fueron familias muy poderosas las que se dedicaron a la ganadería. Incluso instituciones como la iglesia hicieron presencia en la actividad ganadera y agrícola con grandes haciendas en el interior del país, sobre todo en las partes más altas del territorio. La gran hacienda fue muy importante en el territorio de la Nueva Granada.

Los jesuitas son ejemplo de las formas que existían para la apropiación de la tierra, entre ellas se cuentan las donaciones, eran dos las razones por la cual a los jesuitas les entregaban estas propiedades, la primera de ellas era la necesidad de asistencia espiritual a las propias almas del propietario y sus herederos y otra forma era la necesidad de crear institutos de corrección espiritual para criollos y mestizos que vivían en lugares apartados.

Otras formas de apropiación de la tierra fueron las compras, ventas, permutas, etc. De estas maneras se hicieron dueños de enormes propiedades dedicadas a la ganadería como actividad principal.

Estos dos estudios muestran como la hacienda era para las sociedades hispanizadas de América mucho más que centros de producción agrícola, también fueron lugares apartados donde se garantizaba el control social y moral de todos los sectores de la sociedad colonial.